La política nunca ha sido tersa... ¿porqué tendría que serlo el periodismo?. La forma en que Acento 21 ha documentado las trapacerías de Mario Marín Torres han llegado más lejos de lo que él imagina. En tiempo dirá qué tan lejos.
¿Quién no recuerda cuando la voz tronante y garrasposa de Kamel Nacif pronunció la ya famosa y célebre frase de “gober precioso” para dirigirse al gobernador poblano? Esas dos palabras lo colocaron en la inmortalidad de la conciencia nacional de un sistema agrio y grotesco de ostentar el poder, y en uno de los lugares más encumbrados de lo que puede llamarse despotismo siniestro mexicano.
Conozco a Fátima Monterrosa y a Daniel Pensamiento desde hace 15 años. Sé de su integridad como reporteros y periodistas. Nunca, jamás han sido tersos. Siempre han incomodado. Siempre duelen a los que ostentan el poder de forma monstruosa, como Mario Marín Torres.
¿Cuántos reportajes de ellos lograron desnudar el autoritarismo, la corrupción y los atropellos que las autoridades estatales y federales cometieron contra las comunidades indígenas de Chiapas? Tendría que hacer un libro.
Varios días invertía Daniel para llegar hasta las comunidades zapatistas y desnudar las calamidades que el gobierno de Ernesto Zedillo y los gobiernos locales de Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén propinaron contra las comunidades y bases de apoyo del EZLN. ¿Usted se acuerda de la matanza de Acteal, aquella donde murieron 45 indígenas tsotsiles a manos de un grupo paramilitar, que hoy no termina de doler en Chiapas? Entre los contados periodistas que lograron documentar, antes durante y después –a costa de muchos riesgos— las injusticias y barbaridades cometidas contra ese pueblo tsotsil de los Altos de Chiapas, están Fátima y Daniel.
Pensamiento fue de los periodistas que con mayor esmero y puntualidad se introdujo a la Selva, a Las Cañadas, a los Altos de Chiapas, para que la sociedad mexicana se enterara de lo que pasaba en Chiapas, en momentos realmente álgidos y convulsionados.
Fátima llegó días antes de esa matanza de Acteal para documentar lo que estaba pasando ahí: una especie de tortura oficial, de olvido, de agresiones contra los pueblos indígenas, como tal vez en tiempos de Porfirio Díaz...hasta que ocurrió la matanza, la que no termina de doler. Daniel fue el precursor en documentar la grotesca investigación de la PGR contra los “supuestos asesinos de Acteal”.
Hoy, el tiempo le dio la razón. 13 años después la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmó lo que Daniel escribió hace más de diez años: la investigación fue tramposa, con testimonios falsos e inventados. Daniel invertía en 1997 tres días de viaje –y vaya que recorrer las carreteras de Chiapas no son fáciles— para descubrir que una fábrica de leche con inversiones millonarias del Gobierno del Estado, simplemente nunca existió. Que el dinero se lo gastaron en cuestiones personales los funcionarios de Ruiz Ferro. Las primeras planas del “Reforma” fueron colocadas por decenas de paredes de las calles de Tuxtla Gutiérrez, porque los periódicos fueron decomisados por el gobierno y era la única forma de que la sociedad chiapaneca se enterara del reportaje.
Fátima llamó “mentiroso” en su propia cara al entonces procurador de Chiapas, Rodolfo Soto Monzón, durante una conferencia de prensa, cuando el funcionario se empeñaba en desmentir los atropellos de Albores Guillén contra los pueblos indígenas zapatistas. Por eso digo, nunca han sido tersos.
Ahora Mario Marín los demanda para intentar distraer la atención de gran parte de la sociedad poblana sobre sus fechorías. Desgreñado, desfigurado, acorralado por las verdades documentadas sobre la corrupción y el autoritarismo que practicó, ahora se quiere quitar la serpiente que él mismo creó con su estilo de gobernar, sin saber que el animal está enredado en su cuello. De Tijuana y de Yucatán, y de Veracruz y de muchas partes están –no preocupados porque saben que al final de cuentas el estiércol siempre flota--, sino indignados por la brutalidad de Marín.
Tal vez sea la primera vez que Fátima y Daniel enfrentan una demanda de este tipo, pero no es la primera que los quieren desmentir, difamar, calumniar.... y tampoco la primera en que el tiempo les dé la razón. Y no es profecía, simplemente... sentido común.
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