lunes, 13 de septiembre de 2010

Tigres terminan con una maldición

Un bicentenario muy chiapaneco”

Fotos: Omar Campuzano

Ery Acuña
Sin saber la sorpresa que les aguardaba, los aficionados entraron esa tarde al estadio poco optimistas del encuentro entre su equipo, “Los Jaguares” de Chiapas, y los camoteros del Puebla.
Deprimidos por la mala actuación del equipo anfitrión durante el torneo --no habían ganado un solo encuentro--, el Víctor Manuel Reyna apenas y rebasó la mitad de su cupo.

Pero el desenlace favorable comenzó a marcarse minutos antes del encuentro. La gente observó atónita, cómo unos tigres comenzaron a adueñarse de la cancha. Pocos sabían que se trata del baile del calalá, que se practica desde tiempos prehispánicos en los pueblos chiapanecas del valle central, como Suchiapa, Acala y Chiapa de Corzo.

Son hombres vestidos con trajes de “tigre”, que comenzaron a realizar una limpia con sahumerio a las porterías. Uno a uno los tigres –que en realidad son jaguares, pero la tradición oral los convirtió en tigres— hicieron reverencias a las porterías para desear buenas vibras al equipo naranja.

200 hombres vestidos de parachicos y unas 20 mujeres con trajes de chiapanecas, también bailaron en la cancha antes del partido.
Semanas antes, parecía como si una maldición se hubiera apoderado del equipo anfitrión. La “limpia” con inciensos y bailes... estaban a prueba.

Casi al terminar el primer tiempo, al minuto 42, la “limpia” de los tigres comenzó a hacer efecto. Carlos Ochoa puso el primer tanto del partido a favor de Jaguares. Luego vino otro de “Recodo Valdés”, uno más de Ochoa y la del estribo, a cargo del “Japo” Rodríguez. El marcador final: 4-0 favor “Jaguares”, con su primer triunfo de temporada... y vaya de qué forma, con una goliza. Años sin ver un resultado así, comentaban todos.

Nadie daba crédito. El equipo recobró su optimismo, y la afición se encendió. Se trató del inicio de los festejos de un “bicentenario muy chiapaneco”, resaltaron algunos diarios nacionales.

La actuación del Calalá fue parte de la promoción de los festejos patrios que impulsa el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes (Coneculta), para festejar el Bicentenario de la Independencia.

Durante este torneo de futbol, los Jaguares serán los embajadores de la cultura, las tradiciones y las fiestas de Chiapas. El convenio se celebró entre la directora de Coneculta, Marvin Lorena Arriaga Córdova, y el presidente de los Jaguares, Guillermo Cantú.

Dijo la directora de Coneculta durante la celebración del partido que “mediante este acuerdo, serán mostrados a Chiapas, México y el resto del mundo, a través del deporte más popular, como es el futbol soccer, la cultura y folclor chiapanecos”.

Lo cierto es que la maldición terminó para los Jaguares. Superstición o realidad, los Jaguares rompieron su mala racha y todo parece indicar que unos tigres tuvieron mucho qué ver.

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