Por mis huesos, calavera
Ery Acuña
Señorita calavera,
ya no quiero más fingir,
y es que me tiemblan los huesos
cuando la escucho venir.
Anoche estuve pensando
que quisiera yo vivir
recostado, en su cajita
y de ahí.... nunca salir.
Qué bellas son sus costillas,
si la miro de perfil,
blancas, dulces, desplumadas,
princesita de marfil...
Nomás me pela los dientes,
huesuda, pa darme un beso
y siento a diez mil avispas
hormigueándome los huesos.
Respira, calaca tiesa,
que esta vez vine a quedarme
sin tripa, corazón y carne
en el rincón de tus huesos...
(octubre de 2009)
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