Ery Acuña
El conejo que mató a un jaguar
Qué es el ingenio sino el motor que puede cambiar las cosas, esa magia innata que habita en cada ser. Y lo digo por esto. Después de dos meses de luchar por salvarla de las garras de la muerte, finalmente Ixchel falleció la tarde del domingo 20 de septiembre de un lamentable problema digestivo en el Zoológico Miguel Álvarez del Toro de Tuxtla Gutiérrez. Entre las razones que el director del Instituto de Historia Natural, Froilán Esquinca Cano, relató a los reporteros sobre las complicaciones que había enfrentado la jaguarcita negra antes de su lamentable muerte, estaba el hecho de que al practicarle la necropsia, habían encontrado pedazos de conejo en el esófago, que presuntamente le habrían provocado un tapón y con ello una letal asfixia. Así pues, al enviar la nota a la redacción de Tv Azteca explicando los pormenores del suceso, algún ingenioso redactor cabeceó la nota como “Increíble, en Chiapas un conejo mató a una jaguar”, como una forma de hacer más atractiva la información, sin evadir la realidad. Obviamente quien escuchó el avance, no resistió a esperar la extraña noticia. Ya en el cuerpo de la nota, obviamente, se aclaró todo. Esto nos lleva a pensar qué tan importante puede resultar el aplicar nuestro “ingenio” en cualquier actividad de la vida: en el trabajo, en las relaciones sentimentales, en los negocios, y hasta en la calle. Dice la Real Academia de la Lengua Española que “ingenio” es la “facultad del hombre para discutir o inventar con prontitud y facilidad” o también la define como la “chispa, (el) talento para ver y mostrar rápidamente el aspecto gracioso de las cosas”. Todos tenemos un ingenio escondido, pero a veces nos olvidamos de encenderlo. Por internet circuló hace algún tiempo un correo donde un hombre ciego, sentado en una calle con un bote vacío entre las manos, sostenía un letrero que decía “Soy ciego”. Un publicista que transitaba por ahí, tomó un lápiz y escribió al reverso del papel “Hoy nació el primer sol de primavera, y yo no puedo verlo”, al instante mismo el bote comenzó a llenarse. Del ingenio, sin duda, depende el éxito o fracaso de cualquier misión. No lo olvide nunca.
Chiapanecosas
Muchos analistas piensan que el caso Acteal no pasará de ahí. Causó demasiado ruido internacional. Porque aún cuando la torpeza de la PGR promovió procesos con pruebas y testimonios falsos, está la duda si los que salieron libres realmente son culpables. Así que no se espera otra liberación masiva. Claro, en el fondo de todo está el pleito casado entre los expresidentes Zedillo y Salinas, pues a través de Acteal, Salinas le quería cobrar la factura de su hermano Raúl, pues si algún responsable tuvo esa masacre, fue Zedillo Ponce de León. En fin, el caso Acteal aún no está cerrado... Por cierto que el arsenal de armas decomisado en la comunidad Yabteclum, municipio de Chenalhó, por el rumbo de Acteal, confirma que el tráfico de armas y que grupos armados siguen operando en esa región tsotsil. Se decomisaron tres cuernos de chivo AK-47, un lanza grandas (ojo), cuatro escopetas, 17 rifles calibre .22, un total de 17 escuadras y siete pistolas tipo revolver. Casi tres mil 500 cartuchos útiles de diversos calibres. ¿Y para qué creen servía todo esto?. Por cierto, los de Cocoso quieren que esos hitazos suenen duro y alto, pero ni siquiera escuchan los celulares. Así, ¿cómo?.
Palomitas de maíz con chile
Hace poco, Agustín Carstens, el secretaro de Hacienda, acudió a la Cámara de Diputados a emitir su informe de actividades económicas: “Quiero decirle al pueblo mexicano, que no hay razón para preocuparse de la crisis, pues este 2009 será un año de alto consumismo”. Indignado, de inmediato se escuchó la replica de un legislador:“¿Como que un año de consumismo, señor Carsterns, si no hay dinero ni para comer?”. “Por eso, señor diputado –respondió—, he dicho que será un año de alto consumismo, porque seguirán con su mismo coche, con su misma casa y con sus mismas deudas”.
Glotonerías
Un viejo dicho popular dice que a veces el amor entra por el estómago. Por eso causó mucho interés que la semana pasada muchos periódicos publicaron que “La cocina chiapaneca conquista París”. La nota se refería a la Muestra Gastronómica que organizó la Secretaría de Turismo y Relaciones Internacionales, que comanda Juan Carlos Cal y Mayor Franco, en la sede de la UNESCO, a donde se congregaron personalidades de primer nivel como Carlos Fuentes, invitado de honor, y Homero Aridjis, representante de México ante la UNESCO, y promotor de la muestra. El texto hablaba de que pictes de elote, cochito, pozol, chanfaina, sopa de chipilín y hasta platillos de nucú habían deleitado el paladar de distinguidas personalidades. No se duda ni tantito. El arte culinario chiapaneco es extraordinario. De los mejores de México. Basta con darse una vuelta por Chiapa de Corzo o Las Pichanchas, que ya está dentro de la ruta turística ofertada en el mundo, para conocer nuestra riqueza gastronómica. Pero ha sido sin duda un factor que poco se ha explotado. No existe, por ejemplo, un libro de tamales, o de bebidas. Sólo algunos medianos recetarios. Pero bien por la muestra gastronómica en París.
Suspiros de ángel
“... Ay, Dulcinea, porqué te quedaste tatuada en mi mente. Miro el cielo, y estás tú; la tarde, y estás tú. En las noches, te me apareces caprichosamente dibujada en una constelación de estrellas...”
Correo:
eryacuna@hotmail.com
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